El conjunto que forman los dólmenes de MENGA, VIERA y EL THOLOS DEL ROMERAL, situado en la ciudad malagueña de Antequera, y construidos con grandes bloques de piedra en el Periodo Neolítico y la Edad de Bronce, son sin duda un legado de valor incalculable para la ciudad.
Espacio arqueológico de extraordinaria belleza y singularidad, así como uno de los mejores exponentes del Megalitismo europeo, declarado en 2016 PATRIMONIO MUNDIAL DE LA UNESCO, en el que también se amparan dos parajes naturales próximos que ofrecen panorámicas de gran belleza, el PARAJE NATURAL TORCAL DE ANTEQUERA y la PEÑA DE LOS ENAMORADOS.
El conjunto conocido como Sitio de los
Dólmenes se divide en dos recintos, distanciados entre sí por unos 4
kilómetros. El recinto primero se
encuentra en el borde urbano noreste de la ciudad de Antequera, abierto visualmente a la vega y
ocupando un área de 7,5 Ha de suelo; comprende las zonas denominadas Campo de
los Túmulos (o zona monumental donde se encuentran los dólmenes de Menga y Viera), Cerro del Marimacho y el Llano de Rojas (espacio intermedio
entre ambas colinas).
Es aquí donde visitamos, primeramente, el DOLMEN DE VIERA, que por su estrecho paso, no es accesible en silla de ruedas.
La construcción de este sepulcro megalítico
con ortostatos y cobijas, se data entre el 3510 – 3020 A.C., y su orientación hacia
el amanecer del sol en los equinoccios de primavera y otoño, hace que sea el único
de los 3 dólmenes que tiene una alineación a un evento astronómico.
Inicialmente era conocido como la Cueva Chica, por comparación a su vecino
Menga, posteriormente pasó a denominarse Dolmen de Viera, en honor a los
hermanos descubridores José Viera Fuentes y Antonio
Viera Fuentes.
Al final de los 21 metros de corredor
(185 cm de altura y 120 cm de ancho) se dispone una cámara de planta
cuadrangular (210 cm de altura y 180 cm de ancho), a la que se accede
a través de una puerta perforada, en la que eran depositados los cadáveres y
sus ajuares. Su anchura
inferior media, bastante regular, oscila entre 1,30 m en sus tramos iniciales y
1,60 m en el tramo final correspondiente a la cámara. Cada lateral del sepulcro
debió estar formado por 16 losas de las que se conservan 14 en el lateral
izquierdo y 15 en el derecho. La cabecera está compuesta por una sola losa. De
la cubierta se conservan 5 losas y fragmentos de otras dos, puede suponerse la
existencia de 3 o 4 losas más, desaparecidas en la actualidad. La altura
interior media del sepulcro es poco más de 2 m.
Algunos ortostatos del tramo norte exterior del corredor de Viera aparecen decorados por oquedades o “cazoletas” muy típicas del arte esquemático; en el interior se aprecian restos de pintura rojiza y óxido.
Apenas pudimos recrearnos en su observación, pues la joven que habilitaba el acceso a este, rápidamente nos mandó salir para que accedieran otras personas. Entre la foto en la que estamos accediendo y en la que se encuentra mi mujer ya sentada en su silla de ruedas para dirigirnos al otro, solo hay 3 minutos de diferencia, por lo que el tiempo que permanecimos en su interior fue mínimo. No tuvo un mínimo de deferencia, ni observando la gran dificultad que padece para caminar.
A una distancia de 50m escasos se encuentra el de mayor tamaño conservado en Europa. Es el DOLMEN DE MENGA, el más antiguo de este conjunto, con más de 5.500 años de antigüedad y tal vez el más espectacular, por su grandeza, por las enormes losas de sus paredes y las cobijas (losas del techo), que lo componen.
La estructura del dolmen se cubre con un túmulo de 50 m de diámetro, como el dolmen de Viera, pero lo primero que sorprende al acercarnos a Menga es el descomunal trilito (dos losas verticales y una de cubierta) de la entrada del sepulcro que, como un icono, identifica el monumento.
Se trata de un sepulcro de corredor, conforme a la tradición atlántica de dolmen de galería cubierta. Sus dimensiones son colosales teniendo en cuenta que la longitud total del conjunto alcanza los 27,5 metros. En la planta se distinguen un atrio, del que vemos restos de dos ortostatos (losas verticales) desmochados, uno a cada lado de la entrada; un corredor compuesto por cuatro ortostatos a izquierda y otros tantos a la derecha y una gran cámara funeraria de 6 m de anchura y 3,5 m de altura, compuesta por 7 ortostatos en cada lateral y una gran losa que configura, al fondo, la cabecera del sepulcro. Estas losas pueden alcanzar hasta 4.7 metros de altura, incluido el metro aproximado que queda introducido en la zanja de cimentación, y tienen un grosor en torno al metro y medio. En lo alto, el espacio se cierra con cuatro descomunales losas de cubierta (cobijas); alguna de ellas ronda las 180 toneladas de peso.
Un recurso constructivo muy raro en el
Megalitismo europeo es, la presencia de tres grandes pilares que se alinean a
lo largo del eje longitudinal de la cámara, coincidiendo con la unión de las
cuatro losas de cubierta. Si observamos detenidamente la parte superior de los
pilares, podremos percatarnos de que ni siquiera tocan las cobijas. Se puede
decir que no responde a patrones generalizados en otras zonas o regiones. Por
tal motivo, se ha discutido mucho sobre su función y significado.
Otra singularidad que no encuentra referentes
en Europa es la presencia de un pozo profundo y estrecho en el fondo
de la cámara, descubierto en los trabajos realizados en 2005. Tiene una
profundidad de 19.50 m.
Presenta en el primer ortostato del corredor
una serie de grabados antropomorfos en forma de cruz así
como de estrella. Y el pilar del fondo del dolmen unos visibles dibujos.
A diferencia de la experiencia en el dolmen
anterior, aquí fueron todo facilidades por parte de Miguel Ángel, empleado que
si disfruta de su trabajo y nos explicó amenamente y con detenimiento todas las
características de este dolmen, entre otras cosas. Él es un antequerano cuyo
objetivo es dar a conocer la historia, la cultura y las costumbres de su
tierra. Además, lucha para que la memoria de los antepasados no se pierda y
perdure en el tiempo. Todo ello lo cuenta en un canal de Youtube titulado 'Antequera Oculta'. ¡Muchas
gracias por tu tiempo y tus conocimientos!
Es, sin duda, una de las cumbres de la arquitectura adintelada en la Prehistoria europea.
La Peña
de los Enamorados recibe su nombre de una leyenda fronteriza tardomedieval,
según la cual unos musulmanes ganaron una batalla contra los cristianos y
apresaron al que parecía ser el comandante cristiano. Se le encerró en una
celda y la hija del rey musulmán decidió visitar las celdas. Cuando vio al
preso cristiano, se enamoraron mutuamente y acordaron escaparse juntos. El rey
musulmán descubrió su fuga y los persiguió por la peña. Los enamorados llegaron
al pico y al ver que no tenían escapatoria, se lanzaron al vacío en un último
abrazo, buscando unirse en la eternidad. La trágica muerte de ambos jóvenes
sirvió para que el jefe musulmán y el cristiano encontraran la paz después de
tantas batallas. En el pico de la peña hay una estatua de piedra de una joven y
un hombre abrazados inclinados hacia el barranco, y se cuenta que cuando
atardece y el sol da a la peña destellos rojizos, es por la sangre de ambos
jóvenes.
Abandonamos el recinto primero para
dirigirnos a EL THOLOS DE EL ROMERAL, situado en el segundo recinto (coordenadas:
37°02'01.8"N 4°32'05.8"W), en la vega de Antequera y a unos 4 km de distancia del anterior. Popularmente
conocido como el Dolmen del Romeral, es el más moderno de los tres, construido
entre el 3000 y 2200 A.C.
Aquí se emplearon, mayoritariamente, mampuestos en su construcción. Los mampuestos son lajas de mediano y pequeño tamaño, más o menos regularizadas, pero sin llegar a ser auténticos sillares y que, según qué casos, se unen unos a otros a piedra seca, es decir sin utilizar argamasa alguna entre ellos o bien mediante algún tipo de mortero de arcilla. Podemos hablar de una auténtica arquitectura de mampostería muy bien representada en el Megalitismo andaluz.
El sepulcro megalítico de El Romeral es un
típico sepulcro de falsa cúpula, comúnmente denominado tholos. La planta de El
Romeral nos ofrece, nítidamente, un largo corredor que desemboca en una gran
cámara funeraria de planta circular, a la que se accede a través de una puerta
muy elaborada que genera, en conjunto, una sensación de embudo o estrechamiento
muy acusada que, casi, obliga a agacharnos para acceder al interior.
La planta de la cámara es circular con un diámetro en la base de 5,20 metros, mientras que el vano superior, como se observa a simple vista, es mucho menor, con tan sólo 2,20 metros de diámetro máximo. Esto supone que el vuelo de las paredes curvadas presenta una desviación, con respecto a la vertical, aproximadamente de 1,5 metros, mientras que la altura total de la cámara ronda los 4 metros. Su singularidad está en el diseño de la cúpula utilizando la técnica conocida con el nombre de aproximación de hiladas. En el sepulcro de El Romeral tenemos dos espléndidos ejemplos de cámaras realizadas con este recurso arquitectónico tan antiguo. Esta técnica de aproximación de hiladas permitía crear espacios cerrados sin recurrir al arco aproximándose las hiladas de piedras a medida que toman altura, en círculos concéntricos, hasta clausurar definitivamente el vano superior con una gran losa, que actuaría como clave que distribuye uniformemente el peso por todas las paredes, dando gran consistencia a toda la edificación.
Desviado unos 10º con respecto al eje
longitudinal del sepulcro, se abre otro pequeño corredor o pasillo que da
acceso a la segunda de las cámaras. Esta pequeña camarita sigue el mismo patrón
que la anterior, aunque con sólo 2,34 m. de diámetro de base (la mitad
prácticamente de la anterior). Su altura
máxima es de 2,40 metros.
El túmulo (montículo artificial) tiene un
diámetro de unos 75 metros, el mayor de los tres sepulcros antequeranos, y una
altura total, medida desde el nivel del suelo, de unos 10 metros (entiéndase 4
metros que albergan la falsa cúpula más 6 metros de la parte superior del
túmulo).
El tholos de El Romeral es uno de los
poquísimos ejemplos de orientación a la mitad occidental del cielo en toda la
Península Ibérica. Su eje apunta a otra notable mole rocosa, el Camorro de las
Siete Mesas, la cumbre de la mencionada sierra de EL TORCAL. En el mediodía del solsticio de Invierno la luz del sol
penetra hasta su segunda cámara sepulcral.
Todo el conjunto constituye un ejemplo único
de monumentalización paisajística por el que los hitos naturales se perciben
como monumentos y las construcciones se presentan bajo la apariencia de
paisajes naturales.
La visita es gratuita. Horarios: (ver enlace).
Coordenadas: 37°01'25.3"N 4°32'49.3"W.
TODA LA
INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES
ENLACES:
https://www.museosdeandalucia.es/web/conjuntoarqueologicodolmenesdeantequera/propuestas-de-recorrido
https://www.museosdeandalucia.es/web/conjuntoarqueologicodolmenesdeantequera/espacios-singulares
https://www.torcaldeantequera.com/informacion/dolmenes-de-antequera/
https://www.antequerapatrimoniomundial.com/es/dolmenes-de-antequera/conjunto-arqueologico/#
https://whc.unesco.org/es/list/1501
https://es.wikipedia.org/wiki/Conjunto_Arqueol%C3%B3gico_D%C3%B3lmenes_de_Antequera
https://mochilerosdospuntocero.com/espana/malaga/antequera-que-ver/
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